Luz solar es terapia natural para la salud del sistema inmune y óseo

El Dr.Arturo Borzutzky, médico cirujano e investigador del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, IMII, realizó una investigación en 108 niños de Punta Arenas, descubriendo que un 96% de los menores tenía una deficiencia de la vitamina, y que un 62% tenía un déficit severo. Un escenario preocupante para el Dr. Borzutzky, que según estima, junto a debilitar la formación de huesos, podría favorecer al desarrollo de mayores infecciones y patologías autoinmunes, entre otras consecuencias “que generan un impacto en la salud”.

Según explica el médico, la exposición directa a los rayos ultravioleta, sin el uso de bloqueador solar o el filtro de un vidrio, constituye la más alta fuente de vitamina D, del orden del 90%. Sin embargo se estima que en el mundo hay alrededor de mil millones de personas que presentan deficiencia de esta vitamina, y se cree que la cifra irá en aumento”. Al respecto, un contexto similar al de Punta Arenas se observaría en otras latitudes del país, incluido Santiago, “donde una gran mayoría de la población también posee niveles deficientes de esta vitamina, es decir, bajo los 30 nmol”.

Pero además, explica el especialista,  se deben considerar las diferencias geográficas para recomendar un tiempo necesario de exposición solar. En Santiago, a mediodía de un día de verano se requiere alrededor de 15 minutos, pero en invierno ese tiempo sube a más de una hora. En la Región de Magallanes, en cambio, se requieren muchas horas de sol al día para suplir la carencia de vitamina D, algo difícil de conseguir incluso en los meses donde hay más luz.

Una excesiva carencia de vitamina D genera raquitismo en niños y osteomalacia en adultos, es decir, “huesos blandos”. Además del sol, también hay ciertos alimentos que pueden aportar sus beneficios, aunque en menor escala. Estos son: el salmón, el atún enlatado en aceite, el aceite de bacalao, y el hígado. También, hay cereales y leches que pueden venir fortificadas con esta vitamina.

El experto de IMII, explica que la absorción de esta vitamina contribuye a modular la inmunidad innata haciendo “que podamos defendernos mejor de virus respiratorios y de problemas como la tuberculosis”. Un estudio realizado por colaboradores del Dr. Borzutzky en Mongolia, demostró que niños con deficiencia de vitamina D que fueron suplementados con leche fortificada con esta sustancia, presentaron menos infecciones respiratorias que aquellos niños que recibieron leche sin este suplemento.

Paradójicamente además, la vitamina tendría una función importante al momento de suprimir una excesiva respuesta inmunológica, actuando directamente a nivel de las células dendríticas y linfocitos T. En ese contexto, el investigador espera poder indagar en la relación que existe entre el déficit de la sustancia y la aparición o severidad de enfermedades autoinmunes, como la colitis ulcerosa y esclerosis múltiple, patologías que según comenta, “triplican su frecuencia en la ciudad de Punta Arenas, a diferencia de lo que ocurre en otras zonas del país”. Este panorama también se observa en regiones del mundo  a las que llega muy poca radiación solar.