A ocho meses de brote en Brasil, OMS declara emergencia global por el virus Zika

Expansión acelerada del virus y aumento de casos de microcefalia impulsaron la decisión del Comité de Emergencia de la organización. Directora de la entidad señaló que se requiere una respuesta internacional coordinada. Llegarán más recursos y especialistas a los países afectados.

Cerca de mil personas habían muerto en agosto de 2014, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró emergencia internacional por el virus del Ébola. Habían pasado ocho meses desde el comienzo del brote, lo mismo que la entidad tardó esta vez en declarar emergencia internacional por el virus Zika tras los casos registrados en Brasil, en mayo de 2015; aunque ahora no hay muertes registradas, pero sí casi 4 mil casos sospechosos de microcefalia -malformación genética que impide que el cerebro crezca de manera normal-  que podría ser causada por el virus.

“Los expertos están de acuerdo en que la relación causal entre Zika durante el embarazo y la microcefalia es fuertemente sospechosa”, dijo Margaret Chan, directora de la OMS, en una conferencia de prensa, realizada tras reunirse con el Comité de Emergencia. Sin embargo, aclaró que no está probada aún.

El grupo de expertos también consideró los patrones geográficos de la expansión del virus, por la especie de mosquito que puede transmitirlo; la falta de una vacuna y de tests para evaluar a los casos sospechosos, además de la ausencia de población inmune en los nuevos países afectados, que ya son 25.

El comité advirtió que la asociación entre Zika y microcefalia constituye un evento extraordinario, pero no encontró justificación para restringir viajes o comercio para prevenir la expansión. Según Chan, en este momento, la medida de protección más importante es el control de las poblaciones de mosquitos Aedes Aegypti y la prevención de que piquen, especialmente a las embarazadas.

Paloma Cuchi, representante de la OMS en Chile, explica a La Tercera que declarar emergencia internacional reconoce al virus como un problema de salud pública, que no se está comportando como se esperaba. Dicha declaración permite destinar recursos financieros y humanos a la investigación, por ejemplo, pero también aprueba una definición estándar del virus y una manera de diagnosticar mejor los casos para buscar soluciones.

“Lo primero es saber si hay causalidad o no en los casos de microcefalia, porque hay evidencia fuerte, pero todavía no se ha establecido”, dice. Se capacitará a los servicios de pediatría para que estén más atentos a reconocer la microcefalia, porque no es tan fácil y puede tener múltiples causas. Se destinará además, un coordinador de Zika en Ginebra (Suiza), que se suma al que ya existe en América y se trabajará en esto “24 horas al día”, dice Cuchi, detectando casos y toda anomalía que pudiera estar relacionada, hasta que exista más información.

A Pablo González, especialista en virus e investigador del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII), le parece positivo que la OMS tome la medida, “está siendo muy precavida”, dice.

Parte de lo positivo es que permitirá saber más del virus, que hasta el momento, produce síntomas en una de cada cinco personas a las que infecta. “Lo positivo es que esta expertise va a responder una serie de preguntas, como por qué sólo en algunas embarazadas sus hijos sufren microcefalia, qué es lo que los favorece”, indica.

El bioquímico sostiene que en Brasil se iniciaron experimentos con mosquitos modificados, lo que puede ser una esperanza para detener al vector o vehículo que transmite el virus, porque hasta ahora es poco probable que se desarrolle una vacuna en tan corto plazo.

Con todo, Cuchi hace un llamado a las personas a informarse sin alarmarse. “A pesar de que en Chile continental no debería afectar, es importante conocer cómo protegerse, para que si viajan y se encuentran con el Zika sepan cómo reaccionar”, dice.

El número total de casos aún no ha sido compilado.

Esta nota fue publicada originalmente en La Tercera

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