Pioneros en inmunoterapia del cáncer de piel en Chile

Hace más de una década, el Dr. Flavio Salazar junto a otros investigadores, empezó a probar células dendríticas como inmunoterapia en pacientes con cáncer de piel- melanoma-. La terapia denominada TAPCells ha sido aplicada a la fecha, en el país, a 350 enfermos, y su inversión alcanza los cinco millones de dólares.

“En Chile no existía una experiencia concreta en el desarrollo de algún tipo de estrategia terapéutica para el cáncer” señala el actual subdirector de IMII y vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile, Dr. Flavio Salazar. En 2002, junto al cirujano oncólogo Carlos Ferrada y la inmunóloga clínica Mercedes López, comenzaron a probar células dendríticas como inmunoterapia para el cáncer de piel o melanoma, “educándolas” en el laboratorio para luego reinyectarlas como vacunas terapéuticas en los pacientes afectados con la enfermedad que no tenían otra opción de tratamiento.

Así nació una tecnología que se traspasó a Oncobiomed –spin-off de la U. de Chile– y que se denominó TAPCells -Tumor Antigen-Presenting Cells, o células presentadoras de antígenos tumorales-. De acuerdo al Dr. Salazar, se trata de vacunas terapéuticas desarrolladas a partir de células dendríticas propias de los pacientes con ćancer, que son estimuladas con extractos tumorales que les permiten reconocer células cancerígenas y que luego son reinoculadas para producir una respuesta inmune contra la enfermedad.

“El impacto ha sido claro. Cuando empezamos, este tipo de inmunoterapia todavía estaba en experimentación en el mundo y no había una validación en estrategias inmunológicas para el tratamiento del cáncer. Nosotros aportamos con mucho conocimiento respecto de cuáles eran los elementos esenciales para generar tratamientos que sean efectivos y lo que se hizo con TAPCells ha sido importantísimo porque es primera vez que una teoría científica se transforma en un servicio para pacientes en nuestro país”, afirma el Dr. Salazar.

En la práctica, el desarrollo del tratamiento alcanza una inversión de US$ 5 millones, cifra notablemente menor si se compara con el costo elevado de una terapia inmunológica elaborada en el extranjero. Los recursos han provenido en su mayoría de fondos concursables como Fondef, Fondecyt, Corfo, Iniciativa Científica Milenio, y de U. de Chile, Instituto Karolinska (Suecia) y Oncobiomed.

Según el Dr. Salazar, la aplicación de las vacunas no tiene efectos adversos en los pacientes y su bajo costo las convierte en una opción muy accesible. Ante esto, su comercialización fuera del país es inminente, para lo cual ya se firmó un acuerdo con la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá- Colombia- y su hospital San Ignacio, cuyas autoridades visitaron el país para conocer las instalaciones. Asimismo, un equipo chileno viajará a Cuba para estudiar la transferencia tecnológica.

La elaboración de una nueva versión de la vacuna- que no requiere sangre del paciente- también aumenta las expectativas respecto a su potencial internacional. “Si resulta en los pacientes, en el futuro vamos a desechar las TAPCells y comenzar a utilizar las nuevas vacunas, mucho más simples y, pensamos, más exitosas. Al no utilizar sangre, es una vacuna más universal, aunque siempre pensando en el melanoma. Falta probarlo, pero con mi experiencia en inmunología, lo más probable es que esto va a funcionar tan bien como las TAPCells y, de ser así, representaría un avance enorme porque esta tecnología se puede generar en cualquier parte y con un costo menor. Además, se puede distribuir globalmente y es muy complementaria a los fármacos que ya existen”, explica el Dr. Salazar.

Texto basado en «Melanoma, Tecnología contra el Cáncer» de Revista Portafolio Salud de Diario Financiero.